
Expolición
Régimen de antología (II)
Amado Sanmartín Hernández
Hace unas semanas, el gobernador de Oaxaca lanzó una amenaza a los medios críticos que han osado cuestionar su administración, lo que ya no significa un desafío al ejercicio de los periodistas, sino un ataque brutal y represivo con recursos públicos.
Para eso ha dicho el mandatario que dispondrá de todo el poder que sea necesario para desmentir las noticias que de manera irrebatible publican, la realidad de Oaxaca, los sucesos sociales y el comportamiento del aparato gubernamental, que de manera perversa difunde con sus cancerberos un panorama irreal, subjetivo, muy lejos de acontecimientos, crisis y conflictos que se desbordan por todo el Estado.
Incomoda al gobierno esta clase de cuestionamientos y críticas que no solo mediáticamente hacen periodistas serios, sino de organizaciones sociales, que plantean y hacen reclamos de soluciones, compromisos y promesas incumplidas.
Ante esta inestabilidad social que el gobierno se ha visto incapaz de detener y menos resolver, está recurriendo a métodos absurdos y poco ortodoxos, lanzándose contra la prensa independiente, a la que amenazó con desmentir sus publicaciones porque no eran verdad.
El gobernador decía que ya no iba a permitir que se dijeran mentiras en contra de su administración y que para dar respuesta a todo señalamiento que no sea de su agrado, dispondrá de un medio superior al de Nuevo León.
Esta amenaza gubernamental se ha dado en momentos en que se aprueba una norma que prohíbe que la clase en el poder con plataformas o cualquier otro medio, se proteja de la disidencia utilizando los recursos públicos.
La amenaza del régimen morenista de Oaxaca no ha puesto a temblar a los medios críticos que han enfrentado mayores peligros y no las fanfarronerías de un régimen de tartufos, que desde hace tres años se ha consagrado en mantener una narrativa de un escenario diferente de Oaxaca, a través de una diacronía de conferencias lúdicas semanales, pero el pueblo ya no se asombra de este mundo extraño que le pinta el gobernante, aunque el Rasputín del gobernador, el tal Geovany, podrá inventar una norma que a la velocidad de la luz apruebe el Congreso local, que restrinja, cancele la libertad de expresión o de plano los mande a la cárcel por difundir la realidad de Oaxaca y la corrupción y autoritarismo de su gobierno.
***
APARTE de corruptos, rateros y autoritarios, los gobernantes tienen otros distintivos, pero el de Oaxaca es un régimen de antología, pues es soberbio, ególatra, tartufo, nepotista, folklórico, sordo ante los reclamos sociales y ciego ante la realidad de un Oaxaca que rápidamente vislumbró un panorama sombrío con quienes llegaron al poder asumiéndose de izquierda y que venían de la lucha social, disfraz con el que encubrían sus verdaderas ambiciones y avaricia por los dineros públicos, para ellos, sus amigos y parentela, pues en el gabinetazo no hay ninguno que no tenga parientes en cargos importantes, en los que se observan derroches a granel de los presupuestos que manejan, aunque en sus oficinas falte lo más indispensable para su funcionamiento.
Ocupado en exponenciar “el terrible desastre que le dejaron los gobiernos anteriores” y en mantener ante el mundo una imagen diferente de Oaxaca, imagen que intenta lograr con promociones de muchos millones de pesos y presumiendo los apoyos del gobierno federal, aunque muchos programas sociales ya están contemplados dentro de la Constitución y no necesitan de la gestión estatal, el gobernante se olvida del otro Oaxaca, el de los pobres, el de las comunidades en subdesarrollo…
AUNQUE NO VENGA AL CASO.- Nuevamente “el pirómano social de Oaxaca”, o sea el secretario general de Gobierno, ha sido señalado de agravar otro caso entre comunidades, cuando intenta imponer a uno de sus subalternos en la Secretaría como presidente municipal de Santiago Amoltepec, recurriendo para ello a las más sucias maniobras para lograr sus mezquinos intereses, no importando mandar encarcelar a un inocente junto con su esposa.
Para allanarle el camino a su incondicional, el soberbio, prepotente y corrupto secretario ordenó que el rival mas peligroso de su empleado fuera detenido por posesión de droga, la cual le “sembraron” para justificar la aprehensión.
La comunidad está irritada por el encarcelamiento del ingeniero agrónomo Feliciano Jiménez Roque y de su esposa, y señalan al secretario general de Gobierno como autor intelectual de este conflicto.
No es la primera vez que el secretario de marras agrava los conflictos en que interviene, sobre todo para favorecer a amigos o parientes donde se maneja mucho dinero o recursos naturales.
So long raza.