Juanita Vásquez
ERNESTO REYES
Al igual que Emiliano Cruz – joven loxicha dedicado en su corta vida a la documentación, descripción y promoción del di’zdeh’, zapoteco-miahuateco- Juana Vásquez Vásquez, Juanita, ha invertido gran parte de su existencia en la preservación de su lengua, desempeñándose como traductora, paleógrafa y promotora de la variante zapoteca xhon (dill whlall). Es, además, tenaz defensora del territorio y los derechos de los pueblos indígenas.
Con estas palabras el jurado del Premio FAHHO- Casa Emiliano Cruz 2025, reconoce el gran talento lingüístico de esta mujer mixe-zapoteca, comprometida desde edad temprana en apoyar a su comunidad. Dueña de una gran vitalidad y sabiduría, a sus 82 años continúa promoviendo la lectura y escritura en zapoteco, entre otras labores.
Sus paisanas y paisanos, además de activistas de diferentes colectivos saben de su trayectoria como mujer comprometida con diferentes causas, como las de la mujer indígena y la lucha por la democracia comunitaria. Vásquez fue de las mujeres zapotecas que participó en las conversaciones que dieron como resultado los Acuerdos de San Andrés Larráinzar, promovidos por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Junto a Natalia Toledo, Janet Chávez, Víctor Cata y José Pergentino, Juanita colaboró en 2014 en la elaboración del libro las Fábulas de Esopo, con traducciones del español a las cuatro variantes del zapoteco, esto con el fin de fortalecer las lenguas indígenas, creando materiales didácticos con los cuales los niños puedan practicar.
“Desde muy joven se involucró en la lucha del pueblo de Yalálag por la autodeterminación comunitaria y promovió la participación política de las mujeres. Ha participado activamente en la lucha de los pueblos indígenas desde el espacio comunitario regional, nacional e internacional. Es fundadora del Taller de la Lengua y la Cultura Zapoteca Uken Ke Uken; ha cumplido con diversos cargos comunitarios en Yalálag y trabajado como paleógrafa de documentos coloniales, traductora y promotora de la cultura zapoteca”.
Con hombres y mujeres yalaltecas ha participado en los esfuerzos por “recuperar, recrear y mantener su comunalidad desde abajo y desde adentro”, afirman Alejandra Aquino Moreschi y Adriana Cruz Manjarrez, compiladoras y autoras del libro Yalálag. Un pueblo zapoteco trasnacional: comunalidad, migración y reproducción de vida. La comunalidad se aborda – se afirma en el texto- como una apuesta política y vital que pone en el centro de atención la reproducción material y simbólica de la vida comunitaria. Asimismo, asegura su autorregulación y autogobierno bajo subjetividades y prácticas políticas propias, muy diferentes a las determinadas por el Estado mexicano.
La Biblioteca de Investigación Juan de Córdova dio a conocer la opinión unánime de las instituciones involucradas en el galardón, como el Centro de las Artes de San Agustín Etla, Amigos del Instituto de Artes Gráficas y el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, en colaboración con la Fundación Alfredo Harp Helú, FAHHO. Instituciones que tienen como matriz la solidaridad y el trabajo creativo del desaparecido pintor Francisco Toledo y la actividad filantrópica y cultural de la familia Harp-Grañén.
Juanita ha inspirado y apoyado a distintas personas, “defendiendo a su pueblo, su cultura y su lengua, incluyendo la traducción de muchos textos escritos en zapoteca colonial”, dice Rosemary Bean de Azcona, integrante del jurado y quien fue cercana colaboradora de Emiliano Cruz. “Es un ejemplo del cual podemos aprender e inspirarnos”. Además, debido a su profundo conocimiento, ha traducido textos escritos en zapoteco colonial, mismos que preservan la historia de estas poblaciones de la sierra norte oaxaqueña.
El jurado integrado además por Juana Mendoza Ruiz y Faustino Montes Castañeda, activistas en lenguas originarias, reconoce el trabajo por fortalecer la lengua mediante la elaboración de materiales didácticos, vocabularios y diccionarios para proveer las herramientas de enseñanza a madres, padres, cuidadores y docentes.
“Gracias a este conocimiento y como traductora de escritos en zapoteco colonial que datan del siglo XVI al XIX, Juanita Vásquez ha fungido como consultora para investigadores y lingüistas. Dichos estudios tienen como objetivo identificar, descifrar, interpretar y publicar estos documentos como un testimonio y extender la comprensión de las formas del lenguaje mismo”.
El Premio fue instituido en memoria de Emiliano Cruz Santiago, joven de San Bartolomé Loxicha quien desde los 19 años y hasta su muerte repentina a los 29, se dedicó a promover el zapoteco en su variante de esta zona de la sierra sur. Se entrega el próximo 13 de diciembre en el Casa, acompañado de una cantidad en efectivo y una obra gráfica de José Ángel Santiago. Merecido reconocimiento a la intelectual zapoteca. ¡Enhorabuena!