Visión Política
La marina esta firme.
Por: Fernando Cruz López
La Marina Armada de México ha sido, por décadas, sinónimo de disciplina, sacrificio y honor. Ha estado en los momentos más difíciles de la nación: cuando los huracanes devastan nuestras costas, cuando los desastres naturales golpean comunidades enteras, cuando el crimen organizado intenta arrodillar al país. Y siempre, ahí están los marinos. Firmes, valientes, entregados.
Sin embargo, hoy su prestigio ha sido manchado. Y lo más indignante es que no ha sido por la tropa, ni por quienes cumplen su deber con valentía en mares y cuarteles. El lodo viene desde arriba. Por culpa de unos cuantos corruptos, amparados por ex mandos y tolerados desde la cúpula del poder, se pretende ensuciar el nombre de toda una institución.
La deslealtad, la deshonestidad y la traición se han cocinado en oficinas con aire acondicionado, no en los barcos ni en las bases. Y aun así, el golpe lo reciben los marinos que cada día arriesgan la vida, los que tienen a su familia esperando en casa, los que saben que el uniforme no es un traje cualquiera: es un compromiso con México.
Resulta ofensivo que se intente reducir el prestigio de la Marina a escándalos protagonizados por unos cuantos. Y más aún, que se use la narrativa oficial para hacer creer que todos son iguales. Porque la verdad es otra, y debe decirse con todas sus letras: fue la propia Unidad de Inteligencia de la Marina la que descubrió y documentó el caso del huachicol. Fue la Marina la que entregó la información a la Fiscalía General de la República. No callaron, no se hicieron cómplices, no encubrieron. Cumplieron con su deber, aunque eso incomodara a los poderosos.
Por eso, hoy la voz de inconformidad de los marinos debe escucharse. No se puede permitir que unos traidores arrastren a todos. No se puede permitir que el aval presidencial, con tal de proteger intereses, ensucie el trabajo honesto de miles de mujeres y hombres que sirven a la patria.
Defender el honor de la Marina no es un asunto corporativo, es un asunto de nación. México necesita instituciones castrenses limpias, firmes y respetadas. Y eso solo será posible si castigamos a los corruptos, reconocemos a los leales y no confundimos a toda la institución por las manchas de unos pocos.
La Marina no está podrida. La Marina está viva, fuerte y de pie, porque en cada puerto, en cada operación y en cada misión, hay marinos que todavía creen en la lealtad, en la patria y en la bandera…Sigame en X como @Visionpolitica7
