Visión Política / No mas gasolina a Cuba / Por: Fernando Cruz López

Visión Política / No mas gasolina a Cuba / Por: Fernando Cruz López
Visión Política
No mas gasolina a Cuba.
Por: Fernando Cruz López

Mientras los hospitales mexicanos batallan por falta de medicamentos y las gasolineras del país enfrentan precios que no paran de subir, el gobierno de Claudia Sheinbaum ha decidido triplicar el envío de petróleo y combustibles a Cuba. No es un rumor: entre mayo y agosto de 2025 salieron de puertos mexicanos 58 cargamentos rumbo a La Habana, con un valor superior a 3 mil millones de dólares. Todo bajo la etiqueta de “cooperación humanitaria” y con la bendición política de Palacio Nacional.

El argumento oficial es conmovedor: ayudar al pueblo cubano frente a sus apagones. Pero la realidad es otra. Lo que México está financiando, con dinero público, es la supervivencia energética de un régimen autoritario que ha demostrado ser experto en reprimir disidencias y en vivir del subsidio extranjero. Y lo más grave: el combustible no sale de un excedente comercial, sino de Gasolinas Bienestar, una filial subsidiada de Pemex. Es decir, no es negocio: es regalo.

Mientras se nos repite que “no hay recursos” para universidades, hospitales o infraestructura, se transfieren miles de millones de dólares a una dictadura que ni siquiera rinde cuentas. ¿Con qué lógica política o moral se justifica semejante despilfarro? ¿Acaso la nueva “alianza energética” con Cuba forma parte de la vieja obsesión de la izquierda mexicana por revivir el espíritu del socialismo caribeño?

Sheinbaum habla de diplomacia solidaria y de fortalecer la influencia mexicana en el Caribe. Pero lo que está consolidando es una alianza ideológica que recuerda los tiempos en que el petróleo mexicano servía para comprar lealtades políticas en lugar de desarrollo. Y eso, además de ser irresponsable, nos aleja de nuestros socios naturales —Estados Unidos y América Latina democrática— para acercarnos a un régimen fallido que vive de la nostalgia revolucionaria.

México no puede ser el mecenas energético de los Castro mientras su propia población enfrenta apagones, inflación y pobreza. La solidaridad mal entendida se convierte en complicidad. Y cuando se subsidia la represión con gasolina mexicana, ya no se trata de diplomacia: se trata de moral hipotecada…Sigame en X como @Visionpolitica7

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