 
• Con devoción y espíritu comunitario, inicia la Fiesta de los Fieles Difuntos 2025.
En el corazón de Xoxocotlán, donde la tierra florece y el aire huele a copal, un altar monumental se alza como un puente fraterno entre la fe y la fiesta. El Parque Central se viste de cempasúchil y cresta de gallo, pan de muerto, sonrisas y gestos de cariño que evocan a quienes regresan por el camino de la memoria y la fe.
Bajo la mirada de la presidenta municipal Nancy Benítez Zárate, integrantes del Honorable Cabildo y decenas de familias xoxeñas, se inauguró esta ofrenda que abraza el espíritu más profundo del pueblo, ese que comprende que la muerte no es un final, sino el reencuentro con la eternidad.
Cada flor, cada vela, cuenta una historia. Las flores de cempasúchil, borla, clavelito y panalito dibujan senderos de luz que guían a las almas; mientras que el pletatamal, el mole, el pan de yema y el mezcal recuerdan que el amor también se comparte en mesa de ofrenda.
Entre la fiesta y la nostalgia, el eco de la música envolvió la noche cuando los jóvenes del Taller de Música del DIF Municipal ofrecieron un concierto de cuerdas, interpretando melodías que entretejen un puente sonoro entre los que están y los que vuelven.
Con la inauguración del altar monumental, Xoxocotlán da inicio a la Fiesta de los Fieles Difuntos 2025, una celebración que reafirma su identidad, su hospitalidad y el espíritu comunitario que lo distingue.
Este altar no solo honra a los fieles difuntos, invita a quienes lo visitan a sentir el alma de Oaxaca latiendo entre flores, copal y tradición viva.
 
     
 
 
 
 
