
VISIÓN POLÍTICA
Pemex, ¿rescate o necedad?
Por Fernando Cruz López
Petróleos Mexicanos, la otrora joya de la corona energética nacional, hoy es una empresa quebrada, endeudada y saqueada. Y sin embargo, el gobierno federal continúa inyectándole miles de millones de pesos año tras año. La pregunta es legítima y cada vez más urgente: ¿por qué seguir invirtiendo en un barril sin fondo?
Pemex no produce lo suficiente, ni en petróleo ni en gasolinas. Las seis refinerías existentes operan a una fracción de su capacidad. La prometida autosuficiencia energética nunca llegó. Y lo poco que se produce, muchas veces termina en manos del crimen organizado, particularmente de los huachicoleros que ordeñan ductos a plena luz del día. ¿Tiene sentido entonces seguir financiando una empresa que más parece un agujero fiscal que un motor de desarrollo?
El discurso de “rescatar a la empresa del pueblo” se desvanece cuando se enfrentan las cifras: más de 100 mil millones de pesos en pérdidas, deudas que superan los 100 mil millones de dólares, y un modelo operativo obsoleto, burocrático y opaco. No es exageración decir que Pemex sobrevive más por razones políticas e ideológicas que por criterios de eficiencia o rentabilidad.
El argumento de fondo es que la soberanía energética no debe depender del mercado internacional. Es válido. Pero no se logra apostando por una empresa que, pese a millonarias inversiones, sigue sin resultados. En lugar de diversificar la matriz energética, invertir en renovables o modernizar verdaderamente el sistema, se ha preferido mantener con respirador artificial a una empresa que ya no camina.
Pemex se ha convertido en una carga para las finanzas públicas. Dinero que podría destinarse a salud, educación o seguridad termina subsidiando pérdidas. Mientras tanto, el crimen organizado se enriquece con el robo de combustibles, muchas veces con complicidad interna. ¿Y la rendición de cuentas? Brilla por su ausencia.
La pregunta entonces no es si Pemex debe vivir o morir, sino qué tan caro estamos dispuestos a pagar por mantener un proyecto fallido. Porque al final, el petróleo puede ser del pueblo… pero las pérdidas también…Sígame en X como @Visionpolitica7