Visión Política / Solidaridad en acción: Por Fernando Cruz López

Visión Política / Solidaridad en acción: Por Fernando Cruz López
Visión Política
Solidaridad en acción: 
Por Fernando Cruz López

De nueva cuenta la furia de la naturaleza volvió a tocar a Oaxaca. Esta vez, fue el huracán Erick, que azotó con fuerza las regiones costeras del estado, dejando a su paso viviendas destruidas, caminos intransitables, zonas inundadas y comunidades incomunicadas. Como ha sucedido en otras ocasiones, la población quedó, en cuestión de horas, expuesta a lo peor: la pérdida, la incertidumbre y el abandono.

Hay que destacar que en medio del desastre, algo fue distinto en esta ocasion. La respuesta del Gobierno del Estado y de las Fuerzas Armadas mostró que, cuando se coordinan con determinación y sensibilidad, es posible brindar atención rápida y efectiva. Aunque los daños materiales fueron significativos, el saldo en vidas humanas no creció trágicamente, gracias a los operativos de evacuación preventiva y a la movilización de brigadas que, desde el primer día, se internaron en las zonas más afectadas.

El gobernador Salomón Jara Cruz no tardó en activar el Comité Estatal de Protección Civil. En coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional, la Marina Armada de México y cuerpos de auxilio estatales, desplegaron un operativo integral que priorizó a los municipios costeros más golpeados: Como Pinotepa Nacional, Santa María Tonameca, San Pedro Pochutla, Santa María Huatulco, entre otros.

Se establecieron refugios temporales, se habilitaron comedores comunitarios y se enviaron brigadas médicas a las zonas sin acceso a hospitales. Las carreteras bloqueadas por deslaves comenzaron a ser despejadas en menos de 48 horas, una acción que permitió restablecer el tránsito de ayuda humanitaria. También se entregaron despensas, kits de limpieza, láminas y cobertores, gestionados por el DIF Estatal y los gobiernos municipales en coordinación directa con el Ejecutivo.

A diferencia de anteriores administraciones donde la burocracia o la indiferencia sellaban el destino de las zonas marginadas, esta vez hubo presencia física de funcionarios estatales en los sitios de desastre. La ayuda llegó, y aunque no lo solucionó todo, fue el primer paso hacia la reconstrucción.

No obstante, no todo es celebración. La tragedia también exhibió nuevamente la vulnerabilidad estructural de muchas comunidades costeras. Falta planeación urbana y sistemas de drenaje inadecuados. Muchos de los damnificados son familias que viven en condiciones precarias, en zonas de alto riesgo, que cada año enfrentan ciclones sin que haya un plan serio de reubicación o fortalecimiento de viviendas.

Las costas de Oaxaca no pueden seguir reconstruyéndose cada año con parches y promesas. Se requiere una estrategia integral de urbanización segura, infraestructura hidráulica y educación preventiva.

El huracán Erick dejó claro que la naturaleza no espera. Pero también demostró que, cuando las autoridades actúan con coordinación, humanidad y rapidez, se pueden salvar vidas y restaurar la esperanza. La solidaridad no debe ser solo un gesto durante la tragedia; debe convertirse en una política de Estado...Sigame en X como @Visionpolitica7

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