
Visión Política.
La FGR y su trabajo
Por: Fernando Cruz López
En un país como México, donde la percepción sobre la justicia muchas veces se ve empañada por la impunidad, los retrasos procesales o los intereses políticos, vale la pena poner la lupa en aquellos espacios institucionales donde las cosas sí se están haciendo bien.
Tal es el caso de la delegación de la Fiscalía General de la República (FGR) en Oaxaca, cuyo trabajo constante, profesional y con resultados concretos ha marcado una diferencia significativa en la entidad, recuperando poco a poco la confianza ciudadana, algo que por causa de la nefasta política de abrazos y no balazos del pasado gobierno federal, se perdió en nuestro país.
En los últimos meses, esta delegación se ha posicionado como una fuerza activa y confiable en la investigación y persecución de delitos del fuero federal. Lejos de limitarse a una función reactiva, ha demostrado capacidad de acción preventiva y una firme vocación de servicio.
Su compromiso con el Estado de derecho y el combate a la delincuencia organizada, el tráfico de armas, la trata de personas, delitos ambientales y corrupción, ha devuelto a la ciudadanía una esperanza tangible de que la justicia federal puede llegar hasta donde antes parecía imposible, demostrándose así que la política de impunidad para los delincuentes y castigo a buenos ciudadanos, se terminó con Claudia Sheinbaum.
Los datos respaldan el esfuerzo. En el último año, la FGR en Oaxaca ha logrado sentencias condenatorias relevantes contra redes de tráfico de migrantes, decomisos históricos de drogas, aseguramientos de armamento y desmantelamiento de laboratorios clandestinos, particularmente en la zona del Istmo, una de las más conflictivas del estado. A ello se suman investigaciones eficaces en delitos financieros y en casos de corrupción que involucran a servidores públicos, reafirmando el principio de que nadie está por encima de la ley.
Las denuncias ciudadanas han aumentado no por más delitos, sino porque la gente ve que ahora sí hay respuesta. Que las investigaciones caminan, que los responsables son presentados ante la justicia y que no hay excepciones ni privilegios, implementando una justicia real y un compromiso con la ciudadanía que se refleja en la confianza que ya se le tiene a la Fiscalía General de la República, al menos en Oaxaca.
A diferencia de viejas prácticas del pasado, hoy la delegación de la FGR en Oaxaca opera con estándares modernos de transparencia, perspectiva de derechos humanos y coordinación interinstitucional. No se trata solo de perseguir, sino de construir procesos sólidos, bien sustentados y respetuosos del debido proceso. Eso no solo fortalece la procuración de justicia, sino también protege a la institución de la politización y le da legitimidad frente a los tribunales y la sociedad.
Además, es notable la apertura hacia las comunidades, pueblos originarios y organizaciones sociales. En un estado tan complejo como Oaxaca, con fuerte presencia de grupos indígenas y diversidad cultural, la sensibilidad social y el enfoque diferenciado que ha demostrado la FGR es clave para que la justicia federal no sea vista como una fuerza ajena, sino como una aliada... Sígame en X como @Visionpolitica7