
VISIÓN POLÍTICA
La cultura de Oaxaca no se vende.
Por: Fernando Cruz López
En Oaxaca, la cultura no está en oferta. No se vende, no se roba y no se maquilla para exhibirla en una pasarela de lujo.
Por eso, esta semana, el gobernador Salomón Jara Cruz dio un golpe sobre la mesa y habló sin rodeos: Adidas México y el diseñador Willy Chavarría deben suspender la venta del modelo “Oaxaca Slip On” y reconocer que copiaron, sin permiso, los huaraches tradicionales de Villa Hidalgo Yalálag.
Esto no es una simple “inspiración” creativa. Es apropiación cultural con fines de lucro. Es tomar el trabajo de generaciones, arrancarle su historia, ponerle un logo internacional… y venderlo como si fuera suyo.
El gobernador lo dejó claro: este acto viola los derechos colectivos de los pueblos originarios, reconocidos por la ley. Y no es la primera vez: bordados, textiles, diseños… Oaxaca ha sido saqueada una y otra vez por la industria de la moda.
Hoy, la exigencia es firme: reconocer el origen, reparar el daño y garantizar que cualquier inspiración en la cultura de un pueblo se traduzca en beneficio directo para ese pueblo.
Y aquí el mensaje va más allá de Yalálag: si alguna marca quiere usar el nombre “Oaxaca” o apropiarse de lo que nuestras manos han creado, tendrá que respetar, reconocer… y pagar lo que corresponde.
Salomón Jara, con esta postura, no solo defiende a una comunidad. Defiende a todo un estado que ha sido despojado en silencio. Y en esta causa no hay medias tintas: la cultura de Oaxaca se respeta… o se enfrenta la dignidad de su gente y el peso de su gobierno… Sigame en X como @Visionpolitica7